Fauces Disonantes:Leitgrund, Quimo y Hienas en vivo. Sábado 22 de Septiembre 2018. Casa cultural La rotosa (Reseña)

      Terminaba el fin de semana de fiestras patrias y en Santiago se gestaba una fecha que sería protagonizada por 3 bandas de la sexta región. Leitgrund, Quimo y Hienas serían los encargados de poner la música en una fecha donde el marco de asistentes o la infraestructura del lugar nunca fueron impedimento para hacer una demostración de lo que tiene para ofrecer la escena rancagüina. Musicalidad, pasión y entrega, todo en una fecha en la que las bandas regionales se tomaron, al menos por unas horas, la casa cultural La Rotosa.

El escenario es pequeño y estrecho, pero las guitarra de Juan Pablo Reuque y Neftalí Tapia se escuchan gigantes, brillantes y poderosas. Los primeros acordes de “Disforia” se comienzan a sentir en La Rotosa y dan entrada al viaje sonoro que nos trae Leitgrund. Armonías distorsionadas, ritmos complejos, riffs pegajosos y pesados, además de letras cargadas de profundas críticas al sistema son solo algunos de los ingredientes que esta banda nos da a probar en este comienzo de la noche y en su disco debut “Collage”.
El equilibrio en los matices sonoros es algo que Leitgrund sabe manejar muy bien y así los podemos comprobar cuando pasamos de los potentes y explosivos momentos finales de “Disforia” a las atrapantes e hipnóticas notas iniciales de “La llegada”. Daniel Duarte, encargado del bajo en la banda se escucha sólido y claro mientras de a poco comienzan a sumarse los demás integrantes, acentuando los contrastes entre la calma y la fuerza, todo esto siempre dentro de un hilo conductor armónico. En esta canción podemos sentir y habitar el lado más progresivo de la banda, pero también no dejan de aprovechar el talento y capacidades vocales de Esteban Gutiérrez, quien cierra el tema con unas melodías exquisitas. Este recurso se vuelve a aprovechar muy bien en los dos siguientes temas. “Antropomaquia” y “El último baal”, los cuales son de de una estructura más comercial y de menor duración, pero no por eso menos poderosas, en gran parte por la potencia en batería de Pablo Yeomans, quien puede deambular por los pasajes de la banda, los cuales no son pocos.
Para cerrar, la banda elige uno de los temas que mejor representa la experiencia de Leitgrund, “Collage”, el cual, aparte de dar nombre a su disco, nos muestra la escencia de la banda; moverse dentro de distintos estados, sensaciones y paisajes musicales a través de suaves y naturales transiciones. Es fácil dejarse llevar por el viaje al que nos invita Leitgrund, un viaje sonoro muy colorido, bien hecho y perfectamente ejecutado. Asimismo con letras críticas y profundas. Y así termina “Collage”, con una suerte de manifiesto musical que nos dejará pensando y disfrutando por muchos días después de esta presentación. 


El segundo acto de esta fecha correría por parte de las atmósferas y trances que son el sello de Quimo. Si bien «Aurora«, su primer largaduración, es el protagonista indiscutido de sus actuaciones, la banda rompería el hielo con «Ágape«, un tema que será parte de un futuro segundo disco, en el cuál ya estarían empezando a trabajar ideas. Acto seguido, el sonido del bajo de Bastián Pezzopane anunciaba a la poderosa y melódica “Laguna”, tema que además cuenta con un videoclip, el primero de la banda, dando vueltas por internet. Extensos pasajes (y paisajes) de música cuya intensidad y cambios de ánimo llevan a espectador a ser uno con esos riff poderosos y las contrastantes atmósferas que entrega la guitarra, con sus múltiples capas de sonido. La música de Quimo en todo su esplendor, a veces melancólica, a veces amable, otras veces furiosa y explosiva, pero siempre envolvente y atrapante, que no te suelta hasta que la última nota deja de sonar.
Cuando se quema la piedra” un tema también inédito, continúa la tormenta sónica que va dejando el trío a su paso. Acto seguido “Oamok” y su hermosa escalada hacia el éxtasis encerraba a los espectadores para llevarlos consigo en un trance que se vería interrumpido por una seguidilla de riffs y melodías de parte de la sección de cuerdas, para volver a esa paz que saben lograr la unión de bajo y guitarra. Para la parte final de su acto, la guitarra de Juan Pablo Pinto y el loop inicial de “Caja de eco” se dejaban escuchar, con ese crecendo que va sumando texturas a medida que avanza y que no deja indiferente a nadie que lo escuche. Un ascenso musical que expone todo el poder y complejidad de la composición de Quimo, tanto en la parte melódica como rítmica, siendo esta última comandada por Pablo Valladres, que le entrega una sólida base para la música de la banda. Apenas finalizó este tema, “Fragmentos de un sueño” se alzó como la pieza que cerraría el sólido espectáculo que entregó Quimo a quienes fuimos sus testigos. Potencia y fragilidad hechos uno, una bella hermandad que este trío sabe hacer notar de gran manera en el escenario.


Para finalizar, el desplante de Hienas no deja espacio a respiro. Potentes desde el vamos, “Morbo” era el tema elegido para abrir el camino musical. La guitarra de Matías Ogaz se volvía protagonista con los acordes al inicio de su actuación, en un tema donde de a poco se irían sumando sus compañeros, para reventar con una letra directa y potente, justo en la cara de los asistentes. Le seguirían “Laberinto”, una obra inédita, que sería la primera que nos entregaba Hienas esa noche y “Jóvenes contra la juventud”, donde la estridencia y pasión de las voces se haría notar, destacando entre el muro sónico que entregaba el trío. Pasajes instrumentales que no se hacen esperar complementan la propuesta de Hienas, en la que gran parte de su repertorio está compuesto por temas de su disco “Todo por el morbo” que fuera publicado a principios de este año. “Madre dime” continuaría con el despliegue de poder del trío, al que se sumaban “Hojas”. Un desplante de poder que el público agradece sobremanera cuando se trata de ver una banda en vivo.
El ya a estas alturas incendiario espectáculo seguiría con “Continuum”, la potentísima pieza que da comienzo a “Todo por el morbo”, seguida de cerca por “Espejismo” y la complicidad de las partes sigue saliendo a flote. El trío se trenza en una comunión en la que la suma de sus integrantes logra sacar lo máximo de cada pieza que interpretan. En este caso, la agresividad y la solidez del bajo de Carlos Navarrete, los viajes por los riff de la guitarra de Matías y el demoledor estruendo de la batería de Gustavo Pinto (quién además de estar encargado de las baterías en Errante, hace un tiempo ya que forma parte de la familia de Hienas) se unieron para permitir ver la gran performance que la banda estaba entregando. Una pequeña pausa, para presentar “Círculo negro”, la segunda novedad que presentaban, tema en el que la fiera mezcla poder y pasión de la banda se hace presente una vez más. Para terminar, “2014” que es el tema que, además, da el cierre a su debut de 2018. Una interpretación intrépida, sólida y electrizante. La entrega de una banda que deja todo al presentar su propuesta sónica y un público que sabe dar cuenta de esta. Un cierre cargado de energía que hizo justicia a lo desplegado por la banda durante su acto, el final de esta jornada musical en La Rotosa.


Si bien la fecha que se llevó a cabo en Santiago el 22 de septiembre pasado, estuvo cargada de buena música y un buen espectáculo, se extrañó en gran parte una mayor concurrencia de público. Los asistentes, aunque pocos, se mostraron muy receptivos con las bandas, las cuales no escatimaron esfuerzos para entregar el mejor show posible. Diversos factores son los que pueden afectar este ítem. Quizás la ubicación del lugar (bastante alejada si no se llega en vehículo particular) o el cómo gestionan su promoción de eventos, entre otras cosas que se pueden mejorar de parte del espacio (infraestructura o iluminación) hacia los mismos artistas que ahí se presentan o para el público que asiste a sus eventos. En el apartado sonido, no hay mucho que agregar, ya que en gran parte fue logrado gracias a la parte organizadora de la fecha, en este caso Bastián Pezzopane, bajista de Quimo, quién logró gestionar los equipos para poder lograr el mejor sonido posible para el evento. Las bandas dieron lo mejor de su música, para regocijo de los que asisitieron, demostrando que la escena de regiones, y en específico la racagüina, no tiene nada que envidiar en absoluto a la escena capitalina, en términos de musicalidad, propuesta y performance. A seguir buscando los espacios, a abrirse los caminos a pulso, que el under de Rancagua, en sus diversas manifestaciones sonoras, tiene méritos de sobra para llegar a todos los rincones. 

Reseñas Quimo y Hienas: Juan Pablo Reuque
Reseña Leitgrund: Juan Pablo Pinto

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